Nuevas generaciones han adquirido cargos importantes al interior de la organización criminal
En los más recientes esquemas del liderazgo del Cártel de Sinaloa compartidos por el gobierno estadounidense destaca la presencia, cada vez mayor, de personas jóvenes.
Aunque al frente de varias facciones se mantienen personajes de la llamada ‘vieja guardia’ como Ismael ‘El Mayo’ Zambada o Aureliano ‘El Guano’ Guzmán Loera, las autoridades han identificado que las generaciones de menor edad ganaron terreno en las más altas esferas.
Otro caso es el de Néstor Isidro Pérez Salas, alias ‘El Nini’, quien a sus 32 años ya enfrenta un proceso judicial en EEUU por sus actividades como jefe de seguridad de Los Chapitos.
Alexis Vergara Meza, alias ‘Wini’, es un joven de 28 años señalado por el gobierno de Joe Biden como uno de los principales operadores de ‘El Mayo’ Zambada en la localidad de Pueblos Unidos en Culiacán. Presuntamente, sería el encargado de proveer fentanilo y coordinar la distribución de drogas en EEUU junto con su hermano Edy, alias ‘Carter’, de 32 años.
Jesús Tirado Andrade es un muchacho nacido en diciembre de 1996 (27 años al momento de la presente publicación) y, según las investigaciones del Departamento de Estado, sería un proveedor de fentanilo a cargo de uno de los laboratorios clandestinos de Los Chapitos.
Además de sus actividades ligadas a drogas sintéticas, es mencionado como aparente contrabandista de armas y posible encargado de operar en el Mercado Negro de Cambio de Pesos (BMPE por su acrónimo en inglés), un método para blanquear dinero. Presumiblemente, ha utilizado las ganancias del tráfico de drogas para comprar teléfonos celulares y venderlos en una empresa fachada con sucursales en Culiacán, Mazatlán y Cancún.
Junto con tirado Andrade, Los Chapitos habrían reclutado a una joven de nombre Adilene Mayre Robledo Arredondo. A sus 26 años (nació en septiembre de 1997), Adilene Robledo figura como una de las presuntas intermediarias en negocios de fentanilo y lavado de dinero, así como aparente encargada de reclutar narcotraficantes que robustecieran su esquema financiero.
Las investigaciones detallan que esta joven sería dueña de cuatro empresas en Culiacán (dos boutiques y dos restaurantes) presumiblemente utilizados para blanquear los recursos del cártel.
Sumado a lo anterior Adilene es cuñada del miembro más joven de la red criminal: Arturo D’Artagnan Martín González. También de 26 años (pero menor que Adilene por tres meses), este joven es identificado como otro de los principales encargados de operar la trama de blanqueo de dinero. Junto con su hermano Porthos Marín (de 28 años), actuó como posible “intermediario enlas ventas de fentanilo en Estados Unidos”.
Además, el Departamento del Tesoro apunta que los Marín González “utilizaron los ingresos de las ventas ilícitas, que eran en dólares estadounidenses a granel, para comprar teléfonos móviles a empresas estadounidenses”.