Las calles de la zona centro de la ciudad lucen abarrotadas de comerciantes ambulantes y demás oportunistas que aprovechan para poder hacer su agosto en febrero, capitalizando el tradicional Día de San Valentín.
Comerciantes establecidos se quejan de la competencia desleal
Los informales solo pagan la inversión y el derecho de piso
Cd. Miguel Alemán, Tam.
Como ya se ha vuelto toda una costumbre en cada año, las esquinas del primer cuadro de la ciudad lucen abarrotadas de comerciantes ambulantes y demás oportunistas que aprovechan estas fechas especiales para poder hacer su agosto en febrero, capitalizando el tradicional Día de San Valentín.
Desde el pasado fin de semana que comenzaron a instalarse decenas de vendedores informales que no pagan sus respectivos impuestos, mucho menos renta, empleados, ni tampoco servicios básicos para poder operar con toda impunidad, sin ninguna autoridad que imponga alguna regulación al respecto.
Los comerciantes establecidos que se dedican a la venta de regalos y novedades, son los más afectados con los vendedores ambulantes que nada más están esperando que se acerquen estas fechas para poder instalarse en los principales cruceros de la zona centro.
“Ellos solo tienen que preocuparse por recuperar la inversión y el simbólico pago por derecho de piso que hacen al Departamento de Pisos y todo lo demás es pura ganancia, pero nosotros no, porque tenemos que pagar agua, luz, teléfono, sueldos, impuestos a hacienda y la renta que anda por las nubes durante todo el año para esperar estas fechas, pero al final, las ventas son de los ambulantes”, refirió un comerciante propietario de una tienda de regalos que calificó a los informales como competencia desleal solapada por las mismas autoridades.
Durante un recorrido realizado por el primer cuadro de la ciudad, fue evidente y exagerada la cantidad de puesteros ambulantes que ofrecen una gran variedad de peluches y demás regalos.
Por último, comerciantes establecidos que se dijeron afectados con esta situación que se presenta año con año, presumen que la mercancía que ofrecen los informales es traída hasta de contrabando del vecino país, de ahí que pueden ofrecer módicos precios, aunque sus productos sean de menor calidad y con la difícil situación económica, los consumidores se van por lo más barato, pues al final la intención es regalar algo en Día de San Valentín.