Exconvicto adquiere armas de fuego ilegalmente y desencadena violencia en Minnesota
MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU.
Una mujer que hizo una “racha de compras ilegales” ayudó a un exconvicto a conseguir armas de fuego de alto poder que utilizó para matar en febrero a tres socorristas de Minnesota durante un enfrentamiento en una casa donde había siete niños dentro, dijeron las autoridades el jueves.
Las armas compradas por Ashley Anne Dyrdahl incluían tres fusiles semiautomáticos estilo AR, incluido uno con un dispositivo que duplica la velocidad de disparo, y dos pistolas semiautomáticas, según documentos judiciales.
Además, los investigadores encontraron “una reserva de cargadores completamente llenos y cajas con cientos de municiones” en el dormitorio que compartían Dyrdahl y el atacante Shannon Gooden, según la acusación.
Dyrdahl, de 35 años, conspiró con Gooden para suministrarle armas ilegalmente a pesar de que ella sabía que él era un delincuente convicto que no podía poseerlas legalmente, dijo el fiscal general estatal, Andrew M. Luger, en una conferencia de prensa.
Luger, quien describió a la mujer como la “compañera de toda la vida” de Gooden, dijo que su “compra ilegal para Gooden demuestra un reprobable desprecio por la seguridad pública y la ley”.
- Dyrdahl está acusada de conspiración y de hacer declaraciones falsas durante la compra de un arma de fuego. Luger dijo que los cargos conllevan penas máximas potenciales de 15 años de prisión.
Ella tenía su primera comparecencia ante un tribunal el jueves por la tarde; no está bajo custodia y los fiscales no planeaban pedir que sea encarcelada.
Los policías Paul Elmstrand y Matthew Ruge, ambos de 27 años, y el bombero y paramédico Adam Finseth, de 40, fueron asesinados durante el enfrentamiento del 18 de febrero en el suburbio de Burnsville en Minneapolis. El sargento Adam Medlicott, de 38 años, sobrevivió a un disparo.
Los investigadores dicen que Gooden, de 38 años, abrió fuego sin previo aviso después de largas negociaciones y luego se suicidó.
La acusación alega que la mujer visitó repetidamente tiendas de armas por órdenes de Gooden y compró o recogió las armas específicas que él quería entre septiembre y enero, además firmó formularios que atestiguaban falsamente que no planeaba transferir las armas a un delincuente.