Los cárteles mexicanos habrían comenzado a solicitar consejerías a grupos sudamericanos a cambio de armamento
Además del papel que juegan en el panorama delictivo de México, el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) tienen un fuerte impacto en el incremento de la violencia que vive Ecuador, de acuerdo con un reciente informe de la Global Initiative Against Transnational Organized Crime (GITOC).
El documento, en el que participó el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), señala que ambos cárteles mexicanos se han consolidado como aliados de gran relevancia para los grupos delictivos del país sudamericano.
“Las organizaciones criminales locales también han comenzado a recibir nuevos ingresos provenientes del comercio de cocaína y de sus recientes alianzas con organizaciones internacionales, como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, así como mafias de los Balcanes. Estos ingresos y las renovadas conexiones internacionales les ha permitido comprar armamento, aprovechando sus redes logísticas para iniciar un nuevo ciclo de tráfico”, puede leerse en el reporte elaborado por Carla Álvarez Velasco, doctora en Estudios Políticos y docente del Instituto de Altos Estudios Nacionales de Ecuador, especializada en temas como el tráfico de armas y políticas públicas en materia de consumo de drogas.
México, acorde con la investigación, es uno de los principales proveedores del arsenal que llega a manos de las estructuras delincuenciales de Ecuador, pues “una parte” de las 500 mil armas norteamericanas que ingresan a México cada año “atiende las demandas de grupos criminales ubicados en otros países, como Ecuador”.
Grupos criminales mexicanos han logrado aliarse con células delictivas en Ecuador. (Infobae)
Y aunque durante años la adquisición de armas se ha realizado mediante una especie de trueque, en la que los cárteles mexicanos obtienen droga o dinero, en fechas recientes se ha estipulado una nueva moneda de cambio en estas transacciones.
Según el reporte, los cárteles mexicanos ahora exportan las armas a cambio de “servicios de asesoría para evadir controles aduaneros, fiscales, legales, para lavar dinero, o para utilizar tecnología, como la inteligencia artificial, para el diseño de nuevas y más seguras rutas para el tránsito e intercambio de productos ilegales”.
Con ello, Ecuador se suma a Bolivia, Colombia y Perú como países a los que los cárteles mexicanos envían armamento.
Los puntos por los que las armas ingresan a Ecuador
En el país hoy gobernado por Daniel Noboa el mercado negro de armas está relacionado primordialmente con dos actividades delictivas: el narcotráfico y la minería ilegal.
Para poner en marcha sus operaciones, el crimen organizado “emplea costosos dispositivos de fabricación industrial y de grueso calibre”, en comparación con los artefactos utilizados en Ecuador para delitos del fuero común, como robos y extorsiones.
En el caso específico del narcotráfico, Carla Álvarez resalta que la compra de armas cumple dos funciones principales. La primera es garantizar la seguridad de los cargamentos de drogas y la “protección de la logística (almacenamiento, transporte y colocación de mercadería en puertos) de posibles robos o incautaciones” y la segunda tiene que ver con la capacidad de sostener enfrentamientos armados con grupos rivales y las fuerzas estatales.
La investigación de la autora señala que a Ecuador las armas llegan principalmente vía terrestre desde Colombia por las provincias de Esmeraldas (con pasos fronterizos no controlados) y Sucumbíos (por los ríos, debido a la poca existencia de vigilancia), mientras que el acceso por tierra desde Perú inicia en la ciudad de Tumbes y llega a las regiones de la Costa, Sierra y Amazonía ecuatorianas.
Aunque hay menores evidencias sobre el ingreso de arsenal por vía marítima, el documento señala que en noviembre de 2023 se decomisaron 122 fusiles de asalto y 48 pistolas en las islas Galápagos, archipiélago de Ecuador, cuyo origen y destino se mantiene aún sin conocer.